Muriendo por Ayer, Soñando con Mañana, Perdiste la Magia que Guardaba el Hoy!
- Ileanna Simancas
- Feb 13, 2017
- 11 min read
Hoy no hablaré del pasado. Hoy me voy al futuro en una trayectoria que comenzaría hace tres meses con un viaje sin retorno, y sin saber a ciencia cierta, a dónde me llevaría o cómo terminaría... cosa que aún no ha cambiado; digamos que como la vida misma, sigue impredecible, aunque queramos vivir la ilusión de lo contrario. Así como cuando pensabas cruzar al otro lado, pero llega un tren inesperado a evitarlo. Puedes sufrirlo, o buscar otro camino mientras disfrutas del paisaje que te rodea.
Hoy me vengo al presente para contarles las pocas horas de sueño que llevo desde hace días, en una faena deliciosamente agotadora de construir un puente que me una a mí con mi ser, a ustedes con su luz, al conocimiento con su camino, al compartir con su bondad y a la abundancia, con su belleza.
Hoy llego a hoy, para que vean que no estamos condicionados por el ayer si vivimos en el ahora. Sé que sentirán la potencia del ahora con mas fuerza, al haber compartido mi camino de ayer. Entenderán y apreciarán con mas vehemencia su significado. Sé que les inspira leer de dónde vengo para entender la importancia de donde he llegado, como si esta meta y esos obstáculos fueran suyos, propios... porque al final, si lo son.
Yo, como todos, a veces necesito escucharlo de otros labios, para darme cuenta de cómo ha tornado el camino, y por eso el mundo me manda voces especiales que lo hagan, como Geral, una querida amiga, o como le llamo yo, compañera de alma, me dice un día: “¿viste que la foto de airbnb que me enseñaste, a donde te gustaría quedarte en Bali, hoy es una realidad y una foto propia?", haciéndome entender de un solo golpe la importancia de la proyección, concepto con el cual batallo infinitamente. El Secreto, Agape y su proyección, no son fáciles para una mente que se asusta de los sueños, de lo intangible. Quizá por eso voy constantemente a la acción, porque me gusta vivir de realidades.
O el mensaje imprevisto y maravillosamente inspirador de Bea, "¡Hola Ileanna! Me encanta que en nuestra última conversación me dijiste que querías ser travel blogger, y te veo increíble logrando lo que querías... te felicito y me alegra ver a personas conseguir su sueño". Ese mensaje, de pronto, me despertó a la realidad de que lo que hablaba en octubre en un restauran de sushi con una amiga, hoy era mi camino. Y sé que le alegra, porque no me quedé en el "quisiera", donde la mayoría de los sueños mueren o, en el pensamiento, -de donde ni siquiera salen-, ni tampoco me quedé en simplemente expresar la idea durante ese almuerzo, sino salí finalmente del “Hotel Víctim Inn” en el que me había alojado hacía algún tiempo, y tomé el control de mi destino.
Dejé de preguntarme ¿por qué a mí?, y comencé a decir como dice mi madre, "¿y por qué no?". ¿Y por qué no voy a lograr lo que sueño? ¿por qué no me voy aventar a hacerlo?. Comencé a formular preguntas pro-activas como, ¿para qué?, ¿para qué mi alma decidió que pasáramos por todo esto que vivíamos?, ¿qué es lo que debía aprender de todo aquello?; preguntas mucho mas empoderadoras, importantes y útiles que ¿por qué a mí?. Esas preguntas te llevan a la acción que es en donde nace la magia. Primero lo sueñas, lo deseas, lo escribes, lo hablas, lo vuelves una meta; pero es ese primer paso, esa primera acción, lo que saca al conejo del sombrero de copa.
Aquí no importa si hablamos de un negocio, una misión, una carrera o curar un corazón destrozado, todo es lo mismo. Una vez que sientes un deseo claro, como: "deseo recuperarme", "deseo estar en paz", "deseo graduarme" o "deseo construir este tipo de vida", lo único que te hará falta es ese salto al vacío, unas veces con, y otras... sin paracaídas, pero como sea, debes hacerlo si quieres que el hoy no sea una réplica del ayer, sino ¡el hoy!. No hacerlo, es estar pegado al ayer y sus limitantes. Lanzarse, es vivir en el hoy y su plenitud de “posibilidades posibles”, como diría Cantinflas.
Por eso hoy me bajo de Frijolito y me monto en Pink Lady, mi moto, y llego a Bali, ya en su segundo mes para contarles que un pequeño sueño que se cocinó en mi cabeza por dos años, el cual paré de realizar para complacer los miedos de otros, que alimentaban los míos propios, porque además si pasó hoy y no ayer, es porque antes yo no estaba lista, y en realidad, los miedos de otros no eran mas que el reflejo de los míos propios; es hoy una profunda realidad.
Con $5000 en mi cuenta salí de mi casa hace tres meses, para invertir en mí, como me recomendaría aquel amigo, que en su momento fue un desconocido; y con mucho menos de eso, llegué a Bali un mes después. ¿Cómo haces para lanzarte a un sueño sin capital? Honestamente no lo sé; la gente de negocios seguro que me recomendarían no hacerlo. Pensé en ello, me asusté terriblemente, y luego mandé al miedo de paseo y me lancé; esta vez, sin paracaídas. Decidí que si estaba en el camino adecuado, ese capital se reproduciría como el vino, y le di espacio a la certeza que si era cosa del universo que mi lección fuese seguir andando por esta vereda, las puertas se abrirán, y si no lo hacían, entendería que mi lección era vivir que no se abrieran.
Entonces pensé en que esos $5000 dólares los podía usar en llegar a Miami, para estar agobiada allí o en Bali, viviendo el sueño de mi vida, construyendo esa autopista hacia mi, compartiéndola con ustedes, que al final es uno de lo mismo, porque todos somos uno. Si yo estoy bien, todos a mi alrededor lo están también, porque no hay tal separación entre tú y yo, mas allá de la que nosotros mismos construimos. De mi casa me fui con el "corazón partí’o”, la cabeza baja y una maleta de rabia contra mi. Hoy, ese pedazo hueco se llenó de certeza y vida... y el nuevo relleno de esa grieta lo ensancho un poquito más, creando un espacio privado donde cultivar el amor a mi propia oscuridad.
Cuando te lanzas consciente que el resultado que obtengas es el que debería ser, mas allá del que tu quisieras que fuese, y agradeces la alegría o el aprendizaje, entonces ya no tienes miedo, y todo es una celebración, ¡lo bueno, lo malo y lo feo! Cuando te despiertas y das gracias por todo, incluyendo los retos, el universo se alegra y te alumbra mas y mas el camino, que realmente no es mas que el resultado de haber dejado a tu propia luz brillar a través del agradecimiento y de la aceptación de la realidad, y no lo que tu en tu mente y tu ego dice que esta bien o mal. En castizo sería algo tan simple como decir “esto es lo que hay”. Vivir en el hoy, es estar agradecido por tu realidad, la que realmente existe, no la historia de tu ayer o tu visión del futuro, porque hoy es todo lo que hay, lo demás es un espejismo.
Al final cuando lo analizas, lo que duele mas de un rompimiento no es tanto la persona en sí, sino todos los sueños que no se cumplieron, todas las expectativas de vida que se quedaron en el aire, y el sentimiento de que algo hicimos muy mal. Sino fuese así, un clavo no sacaría a otro clavo, y cuando no logra hacerlo sabemos que quizá entonces si había una conexión mas allá de crear “la casita”. Desafortunadamente, en mi experiencia en el tema, que debo decir con orgullo y vergüenza es bastante, esa conexión de alma no pasa muy seguido, incluso aunque “ames”, aunque sea el amor romántico de Hollywood o Disney, que no es mas que necesidad y apego… La Princesa rescatada y el/la que cree rescatar. Sin embargo, el tiempo,- el mejor amigo del olvido-, sea como sea, siempre logra conseguir que todo pase, y todo se transforme, y todo dolor se borre… si tú lo quieres así... y a veces, hasta sin quererlo.
Si tu “hoy” es que “terminaste con tu pareja y estás triste”, pues es solo eso, “hoy”, mañana no lo será, y esa es la ley de la impermanencia y el por qué debemos trabajar el apego. No existe el que “si yo hubiese dicho”, “si ella/el hubiese hecho” o, “si yo hago esto, mañana ella/el hará aquello”... No señores, no hay nada de eso, solo hay “hoy”, y qué comida voy hacer hoy, con lo que hoy consigo en la nevera. Una cosa es decir "yo quiero hacer realidad esta meta” y cada mañana te pones en acción hacia ella, y otra decir, “yo quiero esta meta porque si hago esto, el resultado me llevará a aquello". Un ejemplo: "yo quiero sentirme bien, porque en lo que ella/el me vea feliz, seguro vuelve” o "yo quiero sentirme bien, ¡punto!”. Esto es de suma importancia entenderlo, porque qué pasa si tú trabajas por esa meta y al tiempo te sientes de maravilla, pero el propósito de sentirte bien era uno externo a ti, - que quizá nunca suceda -, porque el/ella simplemente es feliz ¡sin ti!. Te sentirás terrible porque todo tu trabajo, según tu perspectiva, fue en vano ya que no dio el resultado esperado. ¿Cuantas veces hemos estado allí?¿Yo?... ¡muchas!.
Mi caso profesional por ejemplo, para no meterme hoy en detalles humanos que son aun mas complejos, “si soy una actriz muy afamada, entonces tendré voz y dinero para hablarle al mundo". ¿Y que pasa si simplemente le hablo al mundo, porque quizá nunca llegue a ser esa actriz que está en mi mente, y si mi meta es hablarle al mundo, entonces por qué no hacerlo sin condición? Ahora, si digo, "quiero seguir mi carrera como actriz porque me encanta hacerlo", entonces eso es una meta independiente de la otra. ¡Ah! ahora el universo entendió que yo tengo dos metas, dos ilusiones en las que trabajo a diario: conectarme con el mundo, y ser actriz. Antes el universo confundido decía “pero si lo que quieres es hablarle al mundo, te prometo que no necesitas ser actriz para hacerlo”, y me ponía en situaciones comunicativas pero no como yo pensaba que sería, y me frustraba. Pero si aprendemos a comunicarnos con nosotros, con el universo, y con la gente que nos rodea con mayor claridad, podremos sumar día a día mas peticiones y querencias. Yo hoy lo que mas quiero es ser una nómada, vagabunda en búsqueda, viajera, compartir mis descubrimientos con otras mujeres, entender de que va esto llamado vida, y crear contenido para mi blog y plataforma digital mientras lo hago, produciendo con ello el capital que me permita seguir haciéndolo y compartiéndolo.
Ahora, ¡eso es un pensamiento claro!. Mucho mejor que, “yo quiero ser nómada, porque entonces si lo soy puedo hacer esto o aquello, en esta ciudad y la otra, en un momento u otro, y...”… bueno, ¡buena suerte!… ya veremos como el arroz con mango de nuestros deseos enrolla al universo de nuevo. No tenemos que limitarnos en nuestros deseos, sueños y metas ¿Por qué tenemos la mala costumbre de limitarnos nosotros mismos? ¿Es que está escrito en algún lugar que al universo o Dios, o a quien le pidas, solo se le puede pedir tres deseos, como al genio de la lámpara?, ¿tenemos una cuota de peticiones?.
Y si fuese así, entonces con más razón aprendamos a formular la petición. Qué te parece esta: "deseo que todas las metas que emprenda se desarrollen plenamente" y there you go, volviste tu único deseo en miles. Pero cuidado, mira bien lo que pidas, porque si en lugar de esa formulación lo hicieras así: "deseo que todos mis deseos se vuelvan realidad"; ¿cuántas veces has deseado que alguien se muera?... Ahí se haya el poder de la palabra y saber con exactitud lo que se quiere y cómo se lo explicas al universo, y a ti, que de nuevo, no es mas que uno de lo mismo, tu eres el universo, y el universo eres tú… Solo que tu lo has olvidado. Yo al explicarles esto a ustedes, me lo explico a mí misma, y descubro algo que antes no había visto. Hay que ser congruentes entre lo que queremos, cómo lo pedimos y lo que hacemos para obtenerlo, o la energía se disipa.
Entonces, volviendo al hoy, cuando empecé a tener congruencia, el universo me escuchó y comenzó a ofrecerme pequeños milagros. Conseguir un pasaje a Bali con mis puntos en plena navidad, tener casas amigas de cobijo en casi todo el camino por USA, conseguir poner en movimiento mi meta -este blog-, regalarme muchas vivencias que me abrieron y me seguirán abriendo en dos para permitir que entre la luz que anhelaba. Me regaló convertirme en un canal de comunicación y atraer a mi vida gente que me ayude en el camino, porque no hay nada en esta vida que se logre solo; hasta para morirte necesitas la compañía de una enfermedad, un borracho que choca contra ti, o un algo que te ayude a partir.
De esa gente, mucha de ella la he conocido en las redes. Almas que llegamos a esta reencarnación en grupo y nos habíamos dispersado, hasta que el maravilloso poder de la cibernética nos trajo de vuelta a la unión, ¿o es que nunca te has preguntado, como así un desconocido a veces se siente más cercano que tu hermano? Mi respuesta a eso es: porque hay un ayer que no podemos recordar, ya que entonces estaríamos pegados a un pasado mas, pero que nuestras almas sí pueden sentir y no olvidan. Es una cosa de energía, no de mente.
Entonces, cuando paré en Austin, Texas, conocí a mi “Richard from Texas”, en el cuerpo de una mujer “from Venezuela”. El Instagram nos unió. Lo que comenzó con ella dandome recomendaciones a dónde ir durante mi visita, por mensaje privado, terminó en dos días de tertulia mientras me servía de guía turística por la ciudad tejana. ¿Eso le pasa a cualquiera? ¡Sí!, a cualquiera que esté conectado y abierto a dejarse sorprender por la vida. Otra persona diría, “pero cómo vas a salir con alguien que no conoces, en una ciudad desconocida. ¿Y si es un (a) loco (a)?”. Y es que si estás conectado, esa pregunta ni te pasa por la mente. Si esa persona aparece es porque así tiene que ser. Entonces mi “Richard from Texas” se volvió una compañera de viaje en la distancia, y una cheerleader de este proyecto de vida.
Cuando salió mi página hecha por mí misma, con mis limitadas manos tecnológicas, ella sabía que mi próximo paso era desarrollar una como Dios manda, pero no podría ser por un tiempo, porque los precios eran imposibles para mí, pensé. Hablando con ella un día me dijo, “tengo 'tanto' para invertir en tu odisea, porque quiero que continúes”. Le respondí que "gracias, pero no", me contestó, “calla ya, que sí”. Le dije que estaba bien pero, cuando tuviera algo conciso en qué gastarlo. Me dijo, "pero es que si te lo gastas en el spa está bien, esa experiencia tuya a mí también me ayuda". Desde luego un gesto que me llenaba de asombro, que mi ida a un spa a ella la ayudara en algo, era imposible de comprender. Para mí era importante que si iba a invertir tenía que ser en algo que ella pudiera también disfrutar desde mi corta percepción, y decidí que era en la pagina web… ¿ven como yo misma me cerraba a un milagro?. Sin embrago, busqué y busqué por un web master entre amigos y nada, hasta conseguir exactamente lo que buscaba en una página de freelancers americana… un diseñador web venezolano cuyo precio se adaptaba a la inversión de “Richard from Texas” mejor conocida como “Alterego from Austin”. Lo tenía todo, venezolano, hablaba inglés y cobraba lo que era mi budget… otro milagro, que sin duda acepté.
La llamé y le dije ¡okey!, ya conseguí en qué vas a invertir tu dinero, ya tengo web master para la web. Y es así como hoy me vine al futuro para contarles que nuestra casa de aventuras se ha mudado del Bronx a Manhattan, pero siempre con el mismo corazón guerrero del ¡Hood!. Les presento hoy su nuevo hogar de los domingos, nuestra casa, ileannasimancas.com, que se la debemos a @Alterego_77, y a Jorge Rengifo, que con tanto amor la hizo y con tanta paciencia trabajó conmigo. Y como no estar agradecida al universo por todos sus retos, incluyendo este que tengo en frente de mí, y el mayor de todos, seguir viviendo en el hoy y no en el: “si hago esto entonces pasará aquello”, enredada en un montón de escenarios imaginarios que jamás ¡llegaré a vivir! Si decido hacer algo hoy, es porque lo voy a poder disfrutar hoy, y no como inversión a un futuro imaginario. Hasta un 401K (plan de retiro), lo puedo disfrutar hoy, sintiéndome satisfecha por tener hoy con que ahorrar para el futuro. Lo hago hoy porque hacerlo me hace sentir plena, no por como me servirá para mañana. Si hoy te agobia guardar ese dinero, entonces no lo hagas.
Hoy hay nueva página, hoy ustedes tienen este artículo que están leyendo, hoy alguno de los artículos viejos tienen videos nuevos para curiosear. Hoy aún no me he muerto de hambre gracias a una serie de milagros. Hoy celebro dos meses de mi llegada a Bali. Y hasta hoy creo saber que aquí estaré llegado abril, para festejar y compartir este descubrimiento en carne y hueso con las aventureras que lleguen a vivirlo conmigo. Hoy una taza de café y otro día largo de trabajo es todo lo que hay... mañana quizá me depare la vida ¡otra aventura!
¡Gracias por seguir este camino conmigo!
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