No todo el que deambula está perdido
- By Ileanna Simancas
- Nov 12, 2017
- 10 min read
Simplemente es curioso y está buscando….

¡Libertad!… nunca entendemos su valor hasta que se pierde. No nos damos cuenta de lo que significa hasta que nos cortan las alas y nos dejan sin cielos que cruzar; hasta que nuestro poder de decisión se ve coartado por otros, por circunstancias, y por el universo que nosotros mismos creamos. A veces nos convertimos en esos pájaros a los que les abren la puerta de la jaula y despavoridos de su propia naturaleza la cierran de nuevo, aterrorizados de: ¿qué pasará si alzan vuelo?… Miramos a otros pájaros volar, y decimos en tal susurro para que ni el corazón nos escuche; no se le vaya ocurrir alguna loca idea: “¿quien pudiera ser ellos?”… No nos damos cuenta -o no queremos ver- que somos tan capaces de cruzar esos horizontes como lo hace aquel que en secreto tanto envidiamos, tan solo arriesgándonos a saltar del incómodo cómodo nido sin temor a estrellarnos... No nos estrellaremos, porque es nuestra naturaleza y nuestro destino es ¡volar!
Ayer un amigo me dijo la más hermosa de las frases “Los aventureros tienen un atajo a la inmortalidad” … ¡Cuánta verdad! Sin ellos, aún pensaríamos que la tierra es plana y que las enfermedades no tienen cura, las flacas no estarían de moda, los cielos no tendrían más que pájaros volando y la carreta seguiría siendo nuestro medio de transporte. No existirían los Oscar porque no habría cine que premiar. La comida seria fría igual que las noches de invierno y los ratones no usarían shorts rojos con tirantes. Sin los que se arriesgan a soñar y van a por su sueños, sin importar lo loco que estos parezcan, el mundo se estancaría. Los que se atreven a volar, sea el vuelo que sea, se atreven a seguir las señales, los “omens” que los llevarán a su destino.
Sin embargo, aquí hay un pequeño giro en la historia, “soñar”… ¿pero que tal si a pesar de darle toda mi energía no se cumple lo que sueño?, pues entonces es que tu sueño no está alineado con tu destino o propósito de vida ¿Pero cómo lo sabemos? En mi tiempo de experimento, me di cuenta de algo que sabía desde antes intelectualmente, pero que es hasta ahora que realmente comprendí en mi esencia; la filosofía occidental de vida nos niega y casi prohíbe transitar por el camino de menor resistencia, el camino más amable y amoroso. Desde niños nos meten en la cabeza la idea que lo bueno debe costar mucho esfuerzo, que debes ser bueno en matemáticas así te vaya fatal, sin darle importancia a que en las lenguas o en arte eres fantástico, o que tu personalidad hace que todo el mundo te ame en la escuela así tus notas no sean de amar; nos obligan a ignorar lo que se nos da más fácil y resaltan lo mucho que debemos trabajar para aquello que nos cuesta más y de paso ni nos gusta. Nos inculcan que los sueños no pasan solos, que debes trabajar DURO, ARDUO, y preferiblemente ¡INFELIZ!, porque sólo así cuando llegues a conquistar tu meta es que tienes permiso a disfrutar de la vida ¡Qué miedo! ¿Saben lo que me ha dicho la experiencia? ¡Otra cosa! Cuando estás en el camino que te corresponde empiezas a entender lo que es “the path of least resistance”.
Claro que los sueños toman estrategia y persistencia como todo en esta vida, claro que hay subidas y bajadas, pero tu disposición es otra. Veras fácilmente como el camino se abre, como el universo se alinea para ayudarte, como junto al problema llega la solución, como la desesperanza se une con la certeza y sientes estar nadando con la marea a tu favor así sigas teniendo que chapucear y pierdas constantemente la respiración. Veras como ese momento de no poder respirar ya no te aterra, sino por el contrario, te da risa porque sabes que podrás sin duda salir de él, porque es lo que tiene que pasar, nadie te mandaría señales de omens y tesoros si no te quisiera ver triunfar. No, nada cae del cielo, no existe la teletransportación para llegar de A a B sin caminar un sendero; siempre habrá un camino, pero puede ser una autopista pavimentada en lugar de una carretera de tierra. En el recorrido deberás seguir manejando, tendrás que poner gasolina, pararte a estirar las piernas, comer, quizá hasta se te pinche un llanta, pero estarás transitando un camino mucho más amable, rápido y seguro. Entre más silencio y calma le regales a tus dias, mas te conectarás con tu intuición, veras como un día te sientes acompañado y asistido por fuerzas que no puedes ver y a veces ni entender, y al día siguiente te vuelves a desconectar y te cae el peso de la soledad… pero ahora puedes distinguir la diferencia, cuando antes quizá ni siquiera creías en la presencia Divina. Esto es como se siente cuando estás donde debes estar y no donde tu crees que deberías.
La vida es lo que tu decidas que sea porque depende de ti ver puertas cerradas o puertas por abrir. Depende de ti ver las señales y decodificarlas o dejarlas pasar ante tus ojos, depende de ti escuchar las palabra de un extraño y seguirlas, o pensar que sólo un loco se atrevería a cruzar mares y desiertos por conseguir un tesoro que quien sabe si siquiera existe, aunque sea un Rey Divino el que te lo esté diciendo. Las señales siempre han estado, el que no ha estado eres tú para oírlas. Esta es la importancia de desarrollar la intuición y para eso hay que trabajar la conexión con uno mismo y su corazón, que salta, se calma o se alborota dependiendo de lo que pase a tu alrededor, dejándote saber antes que pase siquiera la información por tu cerebro. Claro que éste, si no le das lavado y engrase, como un coche se desalinea y empieza a reaccionar a las señales equívocas, por eso tan importante trabajar en poder vivir con mucho silencio, paz y tiempo para contemplar.
Hace ya un año, el 15 de Noviembre para ser exactos, siguiendo las palabras de un extraño, conectándome con Dios y siguiendo los “omens”, salí de una jaula. La jaula era hermosa, era todos mis sueños de antaño apareciendo ante mis ojos, mis sueños de otra Ileanna y no la que existía hoy, o mejor dicho -entonces. Seguro en otra vida o para otra persona hubiese sido un paraíso estar allí… para mi mente lo era, para mi corazón también, pero para mi alma que no estaba conectada con mi corazón como debía ser, era una ¡prisión!. No era el lugar, ni la persona, ni las circunstancias, aunque sí era todo eso, pero al final era que mi alma sabía para donde tenia que ir, ella entendía cuanto se había transformado, evolucionado y avanzado hacia su propio destino, y yo imprudentemente la había retrocedido diez años atrás porque no creía en mi fuerza natural. La misma ciudad, el mismo círculo, la misma idea de la familia, la casa, y el amor de “tu vida”, la fama, el éxito, el humo de un lugar que ya no me hablaba. ¿No habíamos pasado ya por ahí y nos habíamos escapado a tiempo? ¿Qué hacíamos de vuelta allí? ¿Qué pasó con la idea de recorrer el mundo, conectar con otros y sobre todo, contigo? ¿Qué pasó con las otras culturas que había que conocer y los mares que había que nadar? ¿Qué pasó con la necesidad de silencio, de decisión propia, de libertad?.

Ahora que lo ve un año atrás, tenía que estar allí, hacerlo, tener lo que pensé quería y luego darme cuenta que ya yo no era la misma, ni lo eran mis necesidades, ni lo eran mis sueños. ¿Quizá si las cosas hubiesen pasado de manera diferente el resultado hubiese sido otro? ¿Quizá si la persona a mi lado hubiese actuado de una manera u otra aún estaría allí?... Quizá… aunque honestamente no lo creo. Cuando te lanzas de paracaídas y le mandas el mensaje a tu alma y el universo de: “dale, me quito del medio, tu sabes más que yo, confío en ti”, todo comienza a cobrar sentido, y ves como cada pieza está lista para tomar su lugar. Logras ver como una foto que se tomó hace 6 años en un pueblo remoto de India, sobre una motocicleta que no sabía ni conducir para aquel entonces, vestida del mismo rosado que ahora lleva el logo de mi empresa y haciendo precisamente lo que hago hoy – facilitando experiencias para que otros se enamoren de los lugares y las cosas que yo amo -sin saber que un día sería eso mi vida, era un “omen”, uno de los más grandes que he tenido… es allí cuando entiendes porque te ha pasado lo que te ha pasado y has vivido lo que viviste. Terminas de comprender que si es verdad que los procesos se repiten hasta que estés listo para escuchar, y cruzar el desierto que te llevará a ese tesoro, que al final del camino no es otro mas que ¡tú!, porque sin cruzar el desierto nunca podrás saber de que estás hecho, nunca podrás entender tu propia fuerza. Y preguntas: ¿no me podía haber ahorrado todo este camino si el tesoro siempre estuvo allí? No, porque el verdadero tesoro fue conocer en ese camino quién eras. Por eso, no es la meta lo que importa, es la manera que transitaste el sendero a ella. El problema está que si no nos damos cuenta de esto no salimos del círculo vicioso del proceso y pasamos la vida golpeándonos con la misma piedra aunque tenga un nombre diferente cada vez.
No significa que tenga uno que pasarse la vida solo para poder llegar a su destino, pero ni el amor, ni ninguna relación afectiva debería cuartear tu oportunidad de conquistar tu misión de vida, y si lo hace sabes que es tiempo de cortar las ataduras así sea que el lazo sea con tu madre. Te debes un tiempo para invertir en ti, en tu voz, en tu verdad y en el diseños de tu vida. Cuando ves a tu alrededor y dices, “Wow esto me gusta”, créeme que serás mucho más selectiva en a quien dejas entrar a ese castillo que construiste, de lo contrario serán sólo “relaciones relleno”, aquellas que usamos para rellenar los espacios huecos que han dejado todas aquellas cosas que creemos no poder conquistar por nosotras mismas. Pones tu precioso tiempo a disposición de otros para hacerle sus sueños realidad llámese pareja o jefe; dices no “poder” vivir sin esa persona o ese trabajo, y le dejas saber que tu “siempre” estarás no importa lo que pase, pero eso es sólo porque aún no has reconocido el tamaño de tu propia grandeza. Ya sé que hay circunstancias más fáciles que otras, pero siempre hay un camino más feliz que tomar que aquel que no te permite llegar a ser esa persona que merece que el universo confabule para hacer su sueño, su misión y su destino realidad.
Cuando te den la opción de bailar o no, baila, cuando te den la opción de tener el camino de flores y no el de rocas asegúrate de hacer miles de arreglos florales con todas la que encuentres en la carretera. No te rindas mientras el sendero que transitas te haga feliz, esa es tu señal que vas bien; no si es fácil o es difícil, es sólo que te haga feliz, porque si existe eso llamado Felicidad, aunque no se parezca al de las películas. Esta felicidad es más un sentimiento de tranquilidad, una sensación de no necesitar llorar, una llenura de alma que no te permite sentirte sola ni vacía, un desaparcar de la nostalgia y un poder vivir día a día, sin pegarte en el pasado y morir de susto por el futuro. Te das cuenta porque cada vez más te cuesta lidiar con los dramas y conflictos de otros, porque drama busca drama y alegría busca alegría. Cuando caminaba por el sendero que no me pertenecía las cosas sencillamente no pasaban, cada paso era como escalar de Base Camp al K12, y ahora cada paso es simplemente cada paso, uno a uno llevándote tranquilamente al destino final aunque siga siendo desconocido… como siempre lo es.
Suelta, cree, pide ayuda, permite que te ayuden y te guíen, créele a los extraños porque son mensajeros, no preguntes ¿por qué a mi? sino ¿para qué? No traduzcas un puerta cerrada como un final sino como un comienzo, no son obstáculos son sólo misterios por descifrar, son sólo el camino del Alquimista. Ese libro que me he leído tantas veces en mi vida, de pronto ahora tomó otra dimensión. No fue hasta seguir los omens y cruzar mi propio desierto lleno de guerras, ladrones y Fátimas, que realmente entendí su viaje y, me di cuenta que tan cerca siempre estuve, pero qué tan lejos tuve que llegar para conseguir el tesoro que tanto buscaba.
Sin embargo, para mí es que la vida es larga y si estoy en lo cierto quizá el destino va por escalas y etapas, y el Dharma de tu vida, o la enseñanza que viniste a aprender no es una sola… por eso hoy me mantengo con oídos y ojos abiertos por si algún otro Rey decide pedirme que ahora es en la cordillera de los Andes donde me espera el siguiente escalón, la próxima puerta por derribar y mi último tesoro.

Aquí les dejo las líneas que algunos extraños - y menos extraños - que este año me han dicho, o he leído e interpretado de sus publicaciones. Frases que han marcado mi camino personal y profesional, me han hecho cuestionar cosas importantes forzándome a conseguir respuestas, o que al recordarlas logro enfocarme cuando pierdo el foco… porque el poder de la palabra es grandioso… para bien y para mal. Quizá les sirvan de algo a ustedes. Y si alguno de ellos lee este texto alguna vez, sólo les doy las gracias por haber tomado el tiempo de dar un consejo, o compartir su historia.
- Pema Chodron: "Hasta que no te sientas cómodo en la oscuridad será difícil disfrutar de la luz."
- Elizabeth Gilbert: "No estás loca, no eres la única que ha pasado por eso y vuelve y se levanta. Date el permiso de buscarte."
- Martin: “Invierte en el negocio más importante primero, ¡Tu!”
- Psicóloga: “No seas un felpudo, a nadie le gusta un felpudo parlanchín, son raros y nadie los escucha, solo los pisan más para lograr callarlos.”
- Pilar: “Toma el camino de menor resistencia”
- Paulo Coehlo: "Escucha y mira a los omens, están por todas partes."
- Rita: “¿Qué te da la potestad a ti de crear estos viajes?”
- Ingrid: “Facilitadora de Despertares”
- Laura Termini: "No te preocupes cuantos lectores tenga tu blog, preocúpate en darles buen contenido."
- Javier Jaimes: "No te preocupes cuantas personas te leen o cuantas te escuchan, si es sólo una, pues, es a esa una a la que le das todo. Hoy será una, nadie sabe mañana."
- Eliahu: "¿Quién eres tú para decirle a la Luz como te manda los regalos, el dinero, lo clientes, el trabajo? Tú tómalos de la manera que vengan. ¿Vives en una casa hermosa pero no la pagas tu y eso te molesta?... ¿Por qué? Disfrútala y ya. La Luz sabe lo que hace."
- Yoly: "Si quieres ser nómada digital entonces se nómada digital, quédate en Bali y se lo que quiere ser, dile al universo que estas listas y arriésgate."
No todo el que deambula está perdido.
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