En Búsqueda del Viaje Extraordinario
- By @womentraveldiaries
- Feb 4, 2018
- 4 min read

¿Alguna vez has emprendido un viaje, con la esperanza de vivir algo grande, de darle un vuelco a tu vida, o quizás de encontrarte a ti misma?
Remontándome a cinco años atrás, puedo ver claramente, cómo un viaje, me llevó a la realización de algo maravilloso, algo extraordinario, algo por lo que estaré agradecida toda la vida.
¿Cuál es mi propósito en la vida?
Es la pregunta que rondaba mi cabeza por mucho tiempo. Llevaba años trabajando en producción de televisión, y a pesar de disfrutar mi trabajo, sentía que necesitaba hacer algo más significativo para mí y para los demás.
Siempre he viajado por trabajo y por placer, a diferentes destinos en el mundo. Estas travesías me han llevado a experimentar emociones intensas, a conectarme con culturas nuevas y a reflexionar sobre mi vida. En mis oraciones, constantemente pedía por una guía, un mensaje o señal, que me indiqué para que fui hecha exactamente y qué podía hacer para darle sentido a mi vida.
Y bueno, esa señal divina, clara y directa, de esas a las que no les puedes discutir ni huir, llegó el día que llegué a Mexicali (Baja California, México) por trabajo. Me encontraba produciendo el episodio de una serie de televisión y por esas cosas de la vida, llegamos a grabar a una casa hogar (lugar que alberga niños en peligro de abandono).
Al ser la primera del equipo entrando al lugar, me encontraba muy nerviosa; siempre he adorado a los niños y no sabía si estaría preparada para lo que estaba a punto de ver. Cuando crucé esa puerta, una pequeña hermosa de apenas 2 años, me extendió los bracitos para que la cargara. En ese momento, mi corazón se encogió, temí que en cualquier segundo podría quebrantar; sinembargo, me contuve, sentía que debía mostrar entereza y aplomo frente a mis compañeros de trabajo.
El lugar estaba bastante deteriorado y fué muy difícil aceptar que estos pequeños vivieran en éstas condiciones. Nos explicaron que estos niños provenían de familias disfuncionales, donde existían problemas de alcohol y/o drogas, ó donde algún padre se encontraba en la cárcel. A los pocos meses, lo más fuerte y doloroso, fue enterarme que la mayoría de éstos niños, habían sido víctimas de muchos tipos de abuso.
En ésta visita, supe que tenía que hacer algo, que no podía quedarme indiferente ante ésta realidad. La carencia no sólo era de bienes materiales, sino de amor y afecto. Estos pequeños habían pasado por tanto y sólo querían la atención, las sonrisas y los abrazos de alguien. Ese día me encargué, hasta donde lo permitió mi tiempo, de retribuir todo ese cariño, el que ellos entregaban incondicionalmente.
Aunque la tarea de mejorar la condición de vida de estos niños, parecía abrumadora. Sabía que no había llegado a éste lugar por “coincidencia”, había una razón más poderosa. Y si mi intención era buena, no iba a luchar sola por esta causa, más personas se unirían para lograr el cambio.
Empecé con lo que parecía un paso pequeño, construí la página web para que más gente supiera de esta casa hogar y los pudieran apoyar desde México y Estados Unidos.
A partir de ese momento y desde que el episodio del programa de TV salió al aire, empezó una serie de eventos maravillosos. Gente de México y Estados Unidos escribían a través de la página web para brindar ayuda. No sólo llegaban a traer víveres y ropa, sino también a dedicarles gran parte de su tiempo, ya sea ayudándolos en las tareas escolares, jugando con ellos, organizando paseos y almuerzos entre otras cosas. Me conmovió mucho ver cómo había más bondad en el mundo de lo que yo alguna vez pude imaginar.
Por mi parte, continúe mis visitas a Mexicali, con familia, amigas y sola en algunas ocasiones. Cada viaje, entre risas y lágrimas, se convertía en una memoria inolvidable, llena de descubrimientos y aprendizajes
Una de las lecciones más grandes en mi vida, me la dio una niña de tan solo 10 años de edad, cuando me dijo: “yo ya perdoné a los que me hicieron daño…. yo sé que Dios tiene un propósito en mi vida”. En ese entonces, me preguntaba como un ser tan pequeño e inocente, pudo sobrevivir la “tormenta” y, además, había aprendido a perdonar….

¿Cómo conviertes un dolor tan profundo en la fuerza y el impulso para buscarle una razón a tu existencia? Quizás la respuesta está en buscar a ese niño en tu interior, a ese ser puro e inocente, que no conoce el rencor y sólo busca dar a amor desinteresadamente y en porciones ilimitadas.
Así fué cómo este viaje que parecía común y silvestre, se convirtió en un viaje extraordinario, y junto a un pequeño acto de buena fe y compasión inició una cadena de bendiciones.
Este es mi consejo, para tí, que tienes tantos deseos de emprender el “viaje de tu vida” y dejar una huella en el camino. La próxima vez que visites un lugar menos privilegiado, dedica parte de tu tiempo a una causa en la que creas fervientemente. Ya sea contribuyendo con el medio ambiente, educando o construyendo, ayudando a niños ó a comunidades enteras; a donde tu corazón te lleve y donde tu talento, virtudes y habilidades se usen al máximo potencial. Si tu agenda de viaje no te permite dedicarle tantos días a un trabajo voluntario, créeme que sólo unas horas podrán hacer la gran diferencia.
Con el tiempo descubrirás, que esos pasos que parecen ser tan pequeños e insignificantes, te pueden llevar a los cambios más grandes y positivos en tu vida.
Y quien sabe, a lo mejor hasta te lleven a la tan anhelada realización de tu propósito en la vida…
The Travel Butterfly.
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